El domingo comienza el torneo de fútbol mayores y viene cargado de oportunidades nuevas.
Se acerca el comienzo de una nueva temporada. La ansiedad es indisimulable. Nos venimos preparando para esto desde hace tiempo. ¿Cuántos entrenamientos, amistosos, planificaciones? ¿Cuántas juntadas, asados, salidas? Caras nuevas, amigos que se suman y desconocidos que mañana serán como hermanos.
Comienza una temporada para la que venimos trabajando con mucho esfuerzo. La pasada quedó atrás. Con sus cosas buenas y sus cosas malas. Satisfacciones y frustraciones. Aciertos y errores.
Lo que se viene ahora es una cantidad enorme de oportunidades nuevas. De jugar mejor, amigarse con el triunfo, trepar en la tabla, pelear por el complicado ascenso y ¿por qué no? abrazar el título.
Es una oportunidad para afianzar el vínculo con nuestros compañeros, conocer gente nueva, sumar experiencias, disfrutar del juego y reconocer en los rivales a tipos como nosotros, que sienten el deporte con nuestra misma pasión.
Pero que esa pasión no se confunda con violencia. No trabajamos tan duro ni postergamos tantas cosas para echarlo a perder tan rápido. Contemos hasta 10 antes de responder a una provocación, hasta quince si estamos re calientes. Respetémonos: sin rivales no hay juego y sin jueces, competencia. Aceptemos las decisiones de los árbitros hasta cuando las creamos equivocadas, no respondamos con otra equivocación.
Comienza una temporada cargada de oportunidades. De hacer mejor las cosas, de seguir creciendo. Disfrutemos de este deporte que nos regala tantas satisfacciones y cuidemos este espacio que es único y de todos.
Vuelve lo más lindo, ¡a jugar!