Cada 29 de octubre tiene lugar esta conmemoración a nivel mundial que invita a concientizar y sensibilizar respecto al accidente cerebrovascular.
Este acontecimiento es tiempo dependiente, lo que implica que es esencial identificarlo lo más rápido posible de manera de establecer el tratamiento más adecuado para el paciente y prevenir posibles secuelas.
Para poder dar la rápida respuesta es importante conocer los síntomas del ACV: pérdida de fuerzas de brazo, piernas y/o cara de forma súbita -generalmente unilateral-, confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice, problemas visuales en uno o ambos ojos, dificultad para caminar. Otros menos frecuentes son: mareos, pérdida de equilibrio o coordinación, dolor de cabeza intenso de causa desconocida y debilidad o pérdida de conciencia.
Es importante destacar que el 90% de los ACV están asociados a factores de riesgo modificables como el sobrepeso u obesidad, el sedentarismo, el consumo de tabaco, alcohol, la hipertensión, diabetes, dislipemia, entre otros.
En Uruguay el ACV tiene una importancia epidemiológica fundamental: se ubica entre las tres primeras causas de muerte a nivel general y es la primera causa de incapacidad en adultos. Según datos publicados por la Comisión para la Salud Cardiovascular alrededor de 80 millones de personas que viven en el mundo hoy, han sufrido un accidente cerebrovascular y, en consecuencia, más de 50 millones de sobrevivientes viven con algún tipo de discapacidad permanente. Aunque la vida después de un ACV no es igual en muchos casos, sí es posible, con el cuidado y apoyo adecuados, seguir adelante con una buena vida.
Primer Protocolo Nacional de ACV
El Ministerio de Salud Pública presentó hoy el primer Protocolo Nacional de ACV y las cifras de incidencia del ACV en la población nacional. Accedé a la información haciendo clic aquí.
Fuente: Ministerio de Salud Pública