La selección de handball universitario volvió a conseguir una medalla en la Copa Unisinos. El equipo que estuvo al mando de Héctor Leis e Ignacio Lombardi llegó a la final, instancia en la que estuvo cerca de conseguir el oro. Charlamos con Héctor Leis.
¿Contento con la actuación del equipo?
Si, y hago énfasis en la palabra equipo. Cuando se sale a competir al exterior las cosas no se miden solamente por lo estrictamente deportivo sino fundamentalmente por todo lo que rodea a la competencia y luego se ve reflejado dentro de la cancha. Con Nacho (Ignacio Lombardi) tratamos de construir esa idea fuerza y creemos que en la mayoría de los aspectos se logró. Es desde ese lugar que nos sentimos contentos, y sobre todo muy orgullosos de haber estado al frente de este grupo.
¿Cómo viste el nivel del torneo?
El nivel fue muy similar al del año pasado. Este año faltó uno de los candidatos de siempre que es Feevale, pero volvió a participar Morumbí así que nuevamente fue un torneo con partidos exigentes y con otros que se pudieron resolver con comodidad. Sin dudas que hubiera sido preferible que estuvieran todos los equipos fuertes, porque cuando uno viaja a competir, hay que poner siempre el listón bien alto ya que la cosecha no se ve inmediatamente sino que se va acumulando con el tiempo, aún más cuando hablamos de un equipo en formación y transformación, para el cuál este torneo es solamente un punto y seguido en su preparación.
¿Fueron con un objetivo ya planteado ó a medida que pasaron los partidos fueron viendo para qué estaba el plantel?
La verdad es que habíamos hecho una buena preparación, habíamos logrado rápidamente un juego colectivo interesante que hacía pensar en que el equipo iba a estar para volver a pelear por el Oro. Igualmente nunca se sabe cómo va a responder un equipo en un torneo concentrado e intenso. Por suerte pudimos darle minutos a todas las gurisas, todas aportaron lo suyo, hicieron goles y creemos que en la medida en que cada una lo pueda capitalizar en su interior, tiene que haber sido una experiencia de crecimiento deportivo para todos.
¿Cuál fue el partido más duro/complicado?
La derrota contra Morumbí en la serie. Nos superaron desde el minuto uno hasta el último, no tuvimos respuesta en todo el partido. Cuando charlamos con las gurisas después del partido quedó claro que había sido un punto de inflexión y que a partir de ahí tenía que despertar la rebeldía y demostrarnos a nosotros mismos de qué madera estábamos hechos. A partir de ahí empezó a aparecer esa rebeldía colectiva poco a poco hasta que en la final afloró en su plenitud e hizo olvidar el mal partido de la serie. Este tipo de cosas son las que más hay que destacar, crecer cuando se gana es fácil, pero crecer cuando se pierde es muy difícil y este equipo lo logró, convirtió la bronca de la derrota en rebeldía y no en frustración.
¿Influyó en algo el aspecto físico con el correr de los partidos o el equipo estaba bien preparado desde ese punto de vista para hacerle frente a los juegos?
No. Salvo alguna lesión puntual, al momento de la final el equipo estaba físicamente entero. Como te dije, se rotó mucho el plantel ya que uno de los objetivos del viaje era darle minutos a todas las jugadoras.
¿Qué faltó para poder ganar la final?
Las finales son partidos especiales, diferentes. Contestar qué faltó sin antes decir todo lo que se logró para llevarla gol a gol hasta los últimos dos minutos me parecería muy injusto con las chiquilinas ya que sería ver la mitad vacía del vaso. Después de perder feo en la serie, hicimos ajustes defensivos importantes, que se asimilaron rápido, establecimos una pauta de juego basada en bajar el goleo del rival al máximo, defendiendo fuerte y atacando a un ritmo que nos sirviera a nosotros y no a ellos. Identificamos los puntos flacos de su ofensiva y de su defensa y desde allí trabajamos el partido. Ahora, hilando fino, y siendo autocríticos, es muy difícil que un equipo que necesita poner mucha sangre y mucho sudor para llevar ese partido gol a gol, mantenga la cabeza fría hasta el final. Y sobre el final, perdimos un poco la cabeza y ahí se nos fue el partido. En cualquier caso, la responsabilidad de la derrota en última instancia es del cuerpo técnico, las gurisas siguieron el guión que se les planteó.
¿Cómo sigue todo este proceso de la selección de handball?
Este torneo es un punto y seguido en la preparación. El año que viene en el mes de agosto se juega el Mundial de Portugal y la idea es poder estar. Sabido es que va a haber muchas dificultades para poder conseguir el objetivo, pero tanto el cuerpo técnico, como las jugadoras que han integrado el proceso de selección en éstos años, y ni que hablar la propia Liga Universitaria de Deportes, vamos a poner todo para sacarlo adelante y confío que así será.
Pilar no se quiso perder el torneo
En todo viaje siempre hay una nota de color, una situación diferente. Esta vez la protagonista fue Pilar Dibarboure, que al no poder viajar a jugar por una lesión en su hombro, no quiso perderse la oportunidad de compartir la experiencia con el grupo y viajó como fotógrafa aficionada de la delegación.
Los resultados
Fase de grupos
LUD 30 – ISEF (Uruguay) 5
LUD 18 – UFGRS 14
Anhembi Morumbí 27 – LUD 18
Cuartos de final
LUD 28 – Universidad Federal de Paraná 8
Semifinal
LUD 20 – Universidad Católica (Uruguay) 12
Final
Anhembi Morumbí 18 – LUD 14
El plantel
Agustina Inzaurralde
Ana Benia
Alejandra Garretano
Carolina Rial
Ema Saiz
Florencia Guberna
Florencia Jaurena
Franca Levin
Jimena Rosillo
Joaquina Rosillo
María Eugenia Fernández
Lucía Scalone
Rosina González
Valeria Kuzel
Camila Bozzolasco
Fiorella López
Entrenadores
Héctor Leis
Ignacio Lombardi