Mariana Fleitas, entrenadora de ORT, líder del Torneo de Handball femenino, no solo se dedica a dirigir a las chicas que marchan en la primera ubicación del Apertura, sino que también juega en el ámbito federado, es madre y clasificó al Mundial con la selección uruguaya.
A sus 30 años, Mariana continúa sumando actividades a su vida. Y lo hace con mucho placer, porque como bien dice ella “sarna con gusto no pica”.
Desde 1996 integra los planteles de la selección uruguaya a nivel federado y la semana pasada, ella junto a sus compañeras lograron algo que no se conseguía desde 2005: clasificar a un Mundial.
Fue en el Panamericano de San Bernardo del Campo, en San Pablo, Brasil, donde Uruguay obtuvo el cuarto lugar que le permitió el pasaje al Mundial que también será en Brasil, pero en la ciudad de Brasilia, en diciembre próximo.
“El objetivo es clasificar al Mundial y vamos con muchas ganas y expectativas”, contó Mariana antes de viajar. Ahora eso dejó de ser un objetivo y ya es una realidad. Uruguay está en el Mundial.
Mariana juega a nivel federado en Layva, uno de los animadores del torneo femenino. Además, es profesora de educación física, madre de un nene y entrenadora de Universidad ORT, el líder del Torneo Apertura de la Liga Universitaria de Deportes.
“El deporte amateur es un sacrificio. Yo soy una especie de ‘mujer orquesta’, porque todo implica esfuerzo y dedicación. Entrenar a las 10 de la noche después de haber trabajado todo el día no es para cualquiera, pero se puede llevar bien por ahora. Además, el handball es una pasión”, culminó diciendo una de las jugadoras que le devolvió a Uruguay el pasaje a una cita mundialista.